La terapia visual en nuestra óptica de Castellón se trabaja previniendo, entrenando, eliminando y compensando los problemas de desarrollo, aprendizaje, atención y de eficacia visual mediante técnicas que potencian y desarrollan las habilidades visuales y perceptivas. Todo esto se hace para que nuestros pacientes sean mas eficaces en su trabajo, escuela, e incluso en el deporte, aumentando su potencial, e integrándolas con el resto de los sentidos.
Nos ocupamos también del tratamiento preventivo desde los primeros años de vida del bebé, haciendo un seguimiento de su desarrollo, y reforzando mediante terapia aquellas habilidades que no hayan sido integradas en su totalidad, “REFLEJOS PRIMITIVOS”.
Para que la terapia visual tenga éxito necesitamos la implicación de los padres y del paciente. El tratamiento se compone de dos importantes terapias:
A menudo nos encontramos con niños y adultos que presentan una buena vista, es decir un 100% de agudeza visual, pero una mala visión.
Es por tanto sinónimo de una mala lectura, de dificultad en la comprensión, de fatiga en las tareas de visión próxima, de una incapacidad en mantener durante un breve espacio de tiempo tareas de lectura y escritura, etc.
Dada la específica sintomatología del disléxico: inversión de letras, lectura en espejo, leen más lento, no relacionan las letras con los sonidos, rotación de sílabas, dificultad en la lectura comprensiva, dificultad a la hora de realizar problemas matemáticos, dificultad en asociar una idea con símbolos, dificultad para mantener el ritmo en la lectura, etc.
Han hecho que deba considerarse un tratamiento Multidisciplinar, (psicólogo, logopeda, optometrista, etc.) y que la Terapia visual sea un punto más de apoyo para solucionar el trastorno en el procesamiento visual de los disléxicos.
Sabemos que la visión se construye progresivamente desde el nacimiento junto con el desarrollo psicomotor del niño, yendo durante esta larga etapa íntimamente unidos. Dependerá pues, de como sea este desarrollo para que nuestras habilidades sean las correctas y puedan responder a las incesantes demandas de nuestro entorno, durante el resto de nuestra vida.
Entendiendo como habilidades:
Cualquiera de estas habilidades que no responda correctamente a las demandas de nuestro entorno, bien de forma unitaria o en unión a otras, provocará lógicamente una alteración en nuestra visión y consiguientemente un deficiente rendimiento escolar, laboral, deportivo, etc. Haciendo que la información importante se pueda perder y que el aprendizaje sea más lento.
Todo esto se complementa con unas normas que son fundamentales y que llevan al individuo a un punto de inflexión donde la higiene postural, ambiental y visual son determinantes.
Existe un amplio abanico de síntomas que nos dan la señal de alarma y nos avisan de la existencia de un problema visual, y que incide directamente en nuestras habilidades visuales. La lectura y escritura, son tareas que nos parecen fáciles y sin importancia, sin embargo, hay quien a pesar de ver las palabras, no es capaz de encontrar su significado.
De forma muy parecida ocurre en la escritura aunque de manera inversa, es decir, primero creamos una imagen en nuestra mente y posteriormente la codificamos. Se puede manifestar también incomodidad en las tareas de visión próxima, dolor de cabeza, se frota frecuentemente los ojos, realiza las tareas en cortos periodos de tiempo, en ocasiones ve doble, se queja de visión borrosa, inclina la cabeza cuando lee, fatiga, dificultades en la atención, etc.
A continuación pasamos a enumerar alguno de ellos:
En definitiva, vemos que que la mayoría de las dificultades en el aprendizaje de la lectura y la escritura, así como los problemas relacionados con la atención y la concentración en tareas de visión próxima, se deben a un deficiente desarrollo de las habilidades visuales, que se manifiestan en la edad escolar y si no son solucionados continuaran siempre con nosotros. La mayoría de ellas son susceptibles de ser tratadas a cualquier edad.
No podemos olvidar, que aquellas personas que no hayan sido capaces de solucionar estos problemas en su etapa escolar o en la adolescencia, los seguirán padeciendo a lo largo de su vida y continuarán repercutiendo en su trabajo y en el resto de actividades, tanto en visión próxima como lejana. Llegando en ocasiones a aumentar las molestias con los años.